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Diario de un ofrecimiento de méritos.

Publicado: 23 abril 2014 en Reflexionando.....
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El ofrecimiento de méritos es un gesto de compasión muy extendido entre los budistas, consiste literalmente en ofrecer la práctica a una persona determinada, aunque no hace falta ser budista para llevarla a cabo.

Es importante indicar que se ofrece la práctica en si misma, no el fruto de la práctica (si lo hubiere).
En este caso el ofrecimiento es para «L».

De modo que este es un pequeño diario al hilo de un ofrecimiento de práctica que uno ha realizado durante 100 días consecutivos.

Este diario pertenece únicamente a los primeros 30 días.
Lo publico porque tal vez sea de utilidad para alguien y porque precisamente hoy (23/4/2014) es un día clave en la recuperación de «L».
No pretendo nada más que rendir un mínimo homenaje a «L», a su lucha, a su sufrimiento, a su entrega, a su fuerza, a su entereza, a toda la grandeza y virtud que tiene el esfuerzo de quien sufre.
«L» es como la parte azul del mar.
El resto no debería tener ningún interés.

Las notas se han tomado siempre en los 5 minutos posteriores a la práctica.

Día 1.
Hoy comienza.
El sentimiento principal es el miedo, siempre tan presente, el miedo es percibido como algo propio, no ajeno. Algo tan pegado que parece adherido a la misma vida. Uno siente el miedo como siente las manos, el miedo está ahí, las manos están ahí, veo el miedo, siento el miedo, veo las manos, siento las manos.
Pero hay un matiz, el miedo no pertenece al cuerpo, las manos si.

Día 2.
La Serenidad y la Calma están lejanas.
Aún no te conozco ni te he visto jamás, pero influyes en mi vida, y eso tiene que significar algo.

Pisas una piedra y cambia tu camino, tropiezas con una flor y cambia tu vida.
Siento Esperanza.

Día 3.     
Inquietud, movimiento, miedo y reiteración.
No hay calma.
Estoy incómodo y muy distraído, se que ha empezado, en una semana aparecerán síntomas duros.
Siento un gran desasosiego y mucha compasión.
No siento pena, bien se diferenciarlo, bien se.

Día 4.
Algo de calma, recuerdos, efectos en la visión por tratak sostenido.
¿Dónde está la esperanza del inicio?.
Tan solo 4 días y ha desaparecido por completo.
Sé cómo funciona y comprendo por qué pasa.
La mente es tozuda en su pesimismo y muy proactiva.

Tiene que haber algo….,
Una pauta, un sendero al menos.
Hay que encontrar el Tesoro de la Calma para poder ofrecerlo.
Hay un motivo, pero ¿cómo funciona? ¿cómo acercarse? ¿cómo imaginarse siquiera lo que viene?.

Día 5.
¿Cómo entender lo que ES sin inmiscuirse, sin nombrar, sin juzgar?.
Simplemente aceptar sin intención ni juicio.
Permitir. Solo permitir.
El flujo de la vida es esto, no hay que aceptar.
¿Es posible esto?
¿Puede haber aceptación en ausencia de acción y observador?

Día 6.
Distraído, inquieto, irresponsable, sin motivación.
¿A dónde lleva esto?
¿Para qué sirve este miedo?
¿Por qué tantísima angustia?
¿Cómo imaginarme siquiera tu miedo?.
¿Cómo imaginarme siquiera tu angustia?.

Coge mi mano y caminemos.
Te beneficia ser un niño, al no tener conceptos preconcebidos ni falsas esperanzas tu lucha será limpia y genuina, eso te da ventaja.

Día 7.
La compasión que duele no es útil, no es genuina, estorpece, interrumpe, resta.
Pienso mucho en la situación, no hay calma “L”, no hay calma.
Otro día más. Lloro y junto mis manos, pero mi llanto no te sirve, mi respeto no te sirve.

Día 8.
No debo juzgar la práctica en términos como buena o mala, pero es muy difícil (no es inevitable) que la mente lo haga.
Confrontación sobre los sentimientos de bondad.
Acuno la ira.
Qué gran estupidez es valorar una situación como esta con términos como «justicia» o «injusticia» o bien «justo» o «injusto».
¿Cómo puede haber quien juzgue que esto es injusto o aquello es justo?
¿Qué tiene que ver la justicia en todo esto?
Cuanto sufrimiento causan los malos hábitos del pensar.

Día 9.
Los fármacos van progresando, en breve el sufrimiento físico será intenso. Fuerza, calma y comprensión. Silencio.
La cabeza hierve.

Día 10.
Algo más de calma en la práctica, los días pasan, tú sufres, sigues un camino incierto, sin sendas, el camino del ganador no tiene señales.
EL CAMINO DEL GANADOR NO TIENE SEÑALES.
Crea tu Camino.
Y una vez sea tuyo, transítalo.

Día 11.         
Algo de tranquilidad utilizando un Mala en las meditaciones.
Estás descansando, el proceso farmacológico ha empezado, hay que esperar el impacto.
Hay que esperar los efectos del impacto.

Día 12.
VACACIONES !!!!.
Salir de un hospital y dejar atrás el dolor aunque sea por un espacio corto de tiempo es como un baño en el mar.
Unas horas libres de angustia, un tesoro, una isla, una nube de azucar, una cara suave.
Descanso tras el miedo.
DESCANSO.
Una tregua.
Amor percibido.

Día 13.
Miedo, ausencia, intranquilidad, agitación.

Estoy en «— omitido —«, ante un espejo, en pie, tenso, inquieto, incómodo.
No reconozco lo que veo. Es un lugar que me resulta extraño, no estoy familiarizado con este lugar.
Pienso que te gustaría estar aquí.
A todos nos gustaría que eso fuera posible.

Día 14.
Estoy en medio de una arboleda, paseando, observo hormigas, libélulas y mariposas, las flores coloreadas y las hojas verdes se mueven libres. Me quedo quieto, siento que te encantaría estar aquí. No hay silencio, ni en la mente ni fuera.
Los cerezos están espléndidos. ¿Hay un árbol más bello que este?
Lo abrazo, y apoyo mi cara en su corteza.

Veo caer una flor y percibo que en todo el planeta solo yo he tenido esta experiencia en este momento.

La conservo para ti. La caída de esa flor me acompaña-

Día 15.
Busco la fuente, no la encuentro, es la propia búsqueda la que me impide tropezarme con ella. Lo percibo.

Día 16.
Una práctica mediocre, me distraigo observando a «— omitido —«, su pelo está sobre la almohada, extendido y salvaje, su mano cuelga tranquila y la acaricio.
Duerme tranquila y serena, la respiración es calmada y su pelo huele a regaliz (o eso me parece).
Hay cercanía, proximidad y unión.
Practica insistente, reseñar únicamente que hay somnolencia y un poco de relajación del cuerpo. Nada más.

Día 17.    
Hay enfoque, entro en la calma por un instante que no es sueño. Hay que seguir, hay que insistir, pero sin seguir, sin insistir, sin buscar.
Fluyendo, permitiendo que se exprese lo que sea que se tenga que expresar.
¿Cómo estarás tú?. No lo sé, no lo sé.

Día 18.
Mal, hay un claro sentimiento de perder el tiempo, desesperación, distracciones continuas.
Debo detenerme para ordenar la mente.

Día 19.
Vislumbro tranquilidad por un instante.

Día 20.
Distracción, ausencia, desapego, me siento perdido.
Las comparaciones no paran, imágenes me bombardean la mente, pero no me inquietan, me distraen.
Muy mal, práctica totalmente inútil, desánimo, muy distraído. ¿Cómo estarás tú?
Preocupación, inquietud.

Día 21.
Algunos segundos de calma, zumbidos en los oídos que retienen la atención.

Día 22.
El sábado fue tu cumpleaños. Cumpliste «— Omitido —«. Mala práctica. Gran inquietud, distracciones y muchos pensamientos. La espalda arqueada, mala postura y tensión en la pierna derecha y dolor en la rodilla. Constato e ignoro ambas molestias.

Día 23.
Algo de calma, buena postura, concentración. No sé nada, me preocupa. A veces no sabe uno qué es mejor, si saber o no saber.

Día 24.
No hay calma. ¿Dónde ESTÁ?

Día 25.
Ahí está, un instante, robado al tiempo, un momento sin tiempo, mínimo, siempre constatado después, pero ahí ha estado. El no ser, impermanencia en estado puro. No había nada, no había nadie. Ausencia total y completa de uno.   Unión completa por disolución. Uno no estaba, está el resto, siendo uno parte del resto y parte del todo que es lo mismo.
Nombrar ESTO es matarlo. Intentar conservar ESTO es matarlo. Recordar ESTO es matarlo. Aferrarse a ESTO es matarlo.
Yo no soy, ESTO ES.

Día 26.
Una mierda, directamente. Muy distraído, muchas imágenes en la mente. Imaginación desbordada. Ya has pasado la cuarta parte de la primera fase.

Día 27.
Fatal, distraído, sin ninguna concentración. Es absurda una práctica como esta, pero no hay que parar. Siento los engranajes del pensar, chirriando cada vez que me bombardea la imaginación con imágenes al respecto de tu situación. No puedo evitar esto, es como tapar una cascada con la mano. El agua se abre paso, los pensamientos igual. Si no tienen camino lo crean.

Día 28.
Siento que el ofrecimiento es sincero, realizado con todo mi Amor, me emociono.
Siento un temor intenso pero no detecto la causa, no percibo la razón que ha iniciado esta riada de pensamientos y emociones.

Día 29.
Dejo ir, permito que se exprese también la frustración, la ira y la pena, el enfado y la disconformidad, son expresiones de la Totalidad también y son amadas.

Día 30.
No me concentro. Demasiada imaginación y muchas preocupaciones impiden una práctica adecuada.

Aquí termina el diario.

“L”, en mi mente, mi mano se dibuja sobre la tuya en este momento.
Mis brazos te sujetan, no los sueltes por nada.
Agárrate fuerte y…
PERMANECE.